Él siempre Nos Apoya

Cuando leemos la parábola de Jesús sobre la vid y los sarmientos, lo que pensamos es obvio. Recordamos que debemos permanecer en Él y guardar Su palabra. Y subsecuentemente, debemos producir mucho fruto.  

Así que día a día vamos haciendo lo que tenemos que hacer--ésa es la primera manera en que Jesus sabía lo que el Padre quería que hiciera--y simplemente haciendo la siguiente obra buena.  

Pero todo este tiempo, estamos permaneciendo en la vid. Estamos viviendo en Él y para Él.  Y todo este tiempo, Él nos está dando la savia de Su vid-dándonos la vida misma. Él nos protege, sosteniéndonos en silencio, con suavidad, con amor.  Así que no debe sorprendernos que demos buenos frutos.

P. Joe Tetlow, S.J.