Nosotros, El Pueblo

Vivimos en una época de verdadera agitación política  y peligro. Por eso debemos mantener clara la conexión entre las personas virtuosas y respetuosas de la ley (incluso pecadores como nosotros) y una democracia que funcione. Las ideas al respecto son ahora nuevas . 

En su Discurso de Despedida, el presidente americano Washington declaró que "la prosperidad política" dependía en primer lugar de "la religión y la moralidad"". Jefferson pensaba que la única base sólida de nuestra democracia era la creencia del pueblo de que "estas libertades son un don de Dios". John Adams afirmó acerca de la Constitución Americana que. "Nuestra Constitución fue hecha sólo para personas morales y religiosas" y no funcionaría sin ellas.

Entonces, ¿cuál es nuestro deber cristiano para preservar el don de nuestra libertad en estos tiempos tan turbulentos?  

Mantener la fe en Jesucristo y practica tus virtudes.  Y si realmente crees en nuestros Fundadores, actúa como tal: mantén un corazón tranquilo, obedece sabiamente nuestras leyes y ve a votar.

P. Joe Tetlow, S.J.